Cuatripartito

Siempre escuché a los más antiguos decir que, en nuestros pueblos gobernaban el alcalde, el cura y el sargento de la guardia civil y que en la Isla, los “armaos” estaban representados por partida doble pues el alcalde, aparte de alcalde también era militar; Podríamos decir que en la casa consistorial mandaba un triunvirato.

En nuestra Era, al menos en la mía, hemos pasado de las satrapías bipartitas morenistas-bernardistas y clericales a los tripartitos peperianosandalucistascofradieros, aunque en La Isla de los sotanillas de los últimos días, el desgobierno está formado por un Cuatripartito de sátrapayos.

Y es que no me podrán negar, visto lo visto, que hoy el mando conjunto que preside nuestra real villa lo conforman, codo con codo, la junta de cofradías, la fede de Antonio Romero, la PAndilla y los gavioteros de PoPeLoaiza.

Montan tanto como tanto montan, cada uno en su papel, cada uno en su sitio, cada uno con su/nuestro patrimonio, cada uno con su/nuestro presupuesto, cada uno con sus prebendas, cada uno con su cachito de cortijo, cada uno con su foto y su palco en la prensa, y todos con su “pa ti, pa mi, y esto pa los cañas”.

Lo curioso del caso es que, no se sabe en que Marín se formaron, en qué hermanitos o liceo, si con baby o uniforme… pero lo cierto es que contrastan sus capacidades obtusistas con sus capacidades de subsistencia, su planimetría neuronal con su aferrismo al sillón, su pseudología fantástica con el servilismo, la diarrea verbal con la realidad, su obscurantismo con su puesta en escena, sus sueldos y posición social con su rentabilidad. Un Cuatripartito, para si, por la potra y la inhumanidad, por la gracia de dos y de los isleños.

Y es que al súpervecino Romero le da igual quien sea el señor al que servir, lo importante son las subvenciones que le mantienen sede, cargo y foto y lo de menos, el movimiento vecinal, la reivindicación y el barrio, lo que importa es la domesticación, la modorra y el acto oficial y lo de menos el socavón, el abandono secular, la suciedad y los superimpuestos, hacer como que lo hace y hacer lo que le dicen, mientras tanto “yo soy el presi”.

Y es que hasta el pregonero, otrora presidente de los cofrades, es visitado oficialmente y en su domicilio por el primer edil, y es que hasta los actitos cuaresmales tienen presupuesto de nuestro presupuesto y la carrerita oficial y la semanita santa y sus cartelitos y las cofradías son recibidas por Loaizita para “seguir colaborando” y hasta los del Camino Neocatecumenal y el obispo dan las gracias al alcalde, porque "Sin la inestimable ayuda del Consistorio de San Fernando hubiera sido imposible llevar a cabo este acto”… ¡que fácil les resulta pagar con nuestro dinero, mientras nos imponen austeridad y recortes!

Los otros, los bienpagaos, ausentes y complacientes, de palmeros y arrimaos, de movi-chateo plenario, de panfletistas ocasionales, de cochecito oficiá y charangueo, tres votitos por un sueldopanfilo.

Pues eso, que lo mismo que entonces, sotanillas, satrapillas, listillos y tunantes, el cuatripartito de hoy; Pero nosotros, a lo nuestro, que aún quedan besamanos y cuaresma para rato