Como ciudadana, como contribuyente y como usuaria de los medios de comunicación, también tengo derecho a que La Constitución, en lo que se refiere a la aconfesionalidad del Estado y las Instituciones Públicas, se cumpla en mi ciudad, La Isla.
Empieza a ser preocupante que la practica totalidad de las actuaciones del gobierno municipal PA/PP, estén teñidas de confesionalismo católico. Fiestas, Cultura, Presidencia, Urbanismo, Juventud, casi todas las delegaciones municipales, programan sus actos con una inseparable pincelada religiosa; cualquier homenaje o reconocimiento a personas destacadas de nuestra ciudad, pasa inevitablemente por la misa de rigor, toda inauguración por la correspondiente “bendición”, todo evento o fiesta local tiene su procesión…
Pero los medios de comunicación locales tampoco son ajenos a este confesionalismo impuesto por los sucesivos gobiernos municipales, ahora agudizado por la presencia del PP en el actual gobierno; las televisiones isleñas dedican horas enteras a actos religiosos y cofradieros, la prensa escrita y también la virtual dedican paginas y paginas a “besamanos”, “cabildos” y procesiones…
Hasta cuando, los que no somos católicos, los que profesen otra religión los que son ateos o agnósticos, hasta cuando ciudadanos y ciudadanas, contribuyentes aconfesos, pero contribuyentes también, tendremos que seguir sufriendo esta imposición política y mediática. Todas las personas tienen el derecho constitucional a profesar cualquier religión o no, pero también todas las personas tenemos el derecho constitucional a que nadie nos imponga una y a que nadie nos impregne la vida política, social, cultural y mediática de confesionalismo.
¡Basta ya!, ¡LLevense la religión a los templos!
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