¡La madre que los parió!

Ciertamente, el tiempo corre que vuela y casi ¿sin darnos cuenta? hemos pasado de la Ciudad-10 al Cambio por la estabilidad de Loaiza, del año del Si o Si, al del Doce de La Pepa, del de Zapatero tiene la culpa hasta de que llueva, al de si no recortamos nosotros nos recortarán desde Bruselas…

Pero como dicen que “año nuevo, vida nueva”, hoy no diré ni mu de la congelación del salario mínimo interprofesional, que a golpe de apretarnos el cinturón, es cada día más mínimo, tampoco escribiré nada sobre las siete llaves que le han echado a la oferta de empleo publico, que con los polis locales que tenemos es más que suficiente para cubrir la semana santa y mucho menos diré sobre el copago sanitario o el aumento de la jornada laboral, que quejarse por quejarse, es pa na.

No seré yo quien haga la más minima reflexión sobre la subida del IRPF, tan justa y necesaria, ni sobre la subida del butano o el IBI o el combustible ni sobre la caída de las ventas de coches en un 18%, que pa eso han aumentado en el 80% los vehículos de alta gama y de lujo, que por algo, nuestros mayores estarán felices con la subida del 1% de las pensiones, o lo que es lo mismo, el ancianito que cobra 450 eurazos al mes verá incrementado su poder adquisitivo con cuatro euros y medio, suficiente para una cajita de avecrem y tres aspirinas, prometo no emplear ni una sola línea para criticar estas medidas que nos sacarán de la crisis y nuestros 13.000 socios del SAE podrán tener un contrato-expres.

Y digo yo que, para que preocuparse ni irritarse, si nuestro alcalde ya tiene en Madrid un gobierno amigo con el que pronto se reunirá, para lo de los terrenitos militares y para que tengamos un San Carlos a nuestra entera disposición… todavía no nos hemos enterado de lo que tenemos, ni de que “están en ello” para el futuro de La Isla y aún hay gente que dan la nota en los plenos, a los que llamar al orden y si es necesario, expulsarlos por díscolos… no se conforman ni con la Pastori, ni con unos presupuestos magníficos, ni con los besamanos del Nazaperpetuo y el Gran Poder, ni con la austeridad, ni con el hotel con encanto ni con las obras de consolidación del ayuntamiento ni con un presidente vecinal multifacético que es capaz de hacer de campanillero y de asistir a todos los actos oficiales.

El año nuevo, como veis, me hace ser más optimista y a partir de ahora moderaré las formas y los modos, reconsideraré mis puntos de vista y aprenderé de Cayetano, pero no de Roldán el de la fosa, sino el de Irujo, el nene de la duquesa, el que con su gran visión del mundo y no menos acierto, nos tacha de flojos, que así está Andalucía con tantas subvenciones. ¡Menos mal que esto lo arreglara el Arenita que viene!

Y es que nada mejor que meter el anillo en la copa de El Gaitero, ponerse unas braguitas rojas y atragantarse con las uvas para sentirse renovada, como nueva, sin pecado y esperanzada con los fabulosos regalos que nos traerán los Reyes, los de Oriente que los otros no traen, se llevan todo lo que pueden, a los paraísos, pero no al que vivían de alquiler Adán y Eva, sino a los fiscales… y es que ya no te puedes fiar ni de los yernos, para que después rajen de las suegras.

Pues eso, paisanos y paisanas, que feliz año de La Pepa, que esperemos cuatro años, ya tres y medio, para examinar a Loaiza, que a seguir disfrutando del cambiazo, que no nos falte nuestra misa diaria y que… ¡la madre que los parió!