Todos somos vecinos, pero ustedes están exnortaos.

Bonito lema para el Día del Vecino, lastima que otra vez se pierda el norte, se desvirtúe el espíritu del movimiento vecinal y se encaminen a los cerros de Úbeda, pero es que, Isla de León no da más de si.

Federación, asociaciones y con la ayuda del Ayuntamiento, siguen pensando que las mujeres isleñas solo sirven para los talleres de manualidades, para “sus labores” o para hacer bonito y lucirlas en los coros rocieros. Ya me gustaría saber cuantas isleñas están en las Juntas Directivas y cuantas participan en las tomas de decisiones.

Y es que estos señores, que no señoras, siguen pensando en clave de verbena subvencionada, siguen pegados como lapas a los actos del alcalde y solo utilizan la palabra vecino para lucirla en las siglas, andan exnortaos y regalando medallitas de oro al Coordinador de la Oficina del Bicentenario por “su implicación con el movimiento vecinal en la efeméride constitucional”; Una de dos, o no se han enterado que el Sr. Quintero dejó tirados a los vecinos de Olmo, por una comunión, o no consideran vecinos a los que viven en Olmo.

Claro que, si están encantados con tener a una imagen como alcalde a perpetuidad y consideran a san José como su benefactor, tampoco nos extraña que premien al Consejo de Hermandades y Cofradías por la organización de la Procesión Magna, todo un acontecimiento para los intereses generales de nuestros barrios y vecinos que, bien representados y bien defendidos por sus asociaciones, también serán premiados por el importantísimo evento, festivo/cultural, del concurso de cruces de mayo.

Mientras tanto, la participación ciudadana, el Reglamento inservible, la ampliación del Consejo, la democracia participativa, los presupuestos participativos continúan fuera de su vocabulario y ausentes en sus agendas.

Mientras tanto, el presidente, manifiesta que a pesar de que el alcalde cuando les explicó el contenido del informe de la Cámara de Cuentas sobre el desfalco “No nos abrió la puerta para que la luz entrara con claridad”.

¿Acaso esperaba que De Bernardo le reconociera su responsabilidad?
¿Todavía necesita que sus jurídicos analicen el desfalco para tener claro quienes son los responsables políticos?
¿Aún necesita un pronunciamiento por parte de la justicia para “tomar cartas en el asunto”?.

¡Venga Ya!

Pues eso, que le es más cómodo, le reporta más satisfacción personal estar, chaqueta y corbata, en el palco de la carrera oficial o en los bicentenarios actitos que abanderar reivindicaciones vecinales, aunque solo sea, uno, el vecino que se queja, aunque solo sean cinco o seis, los que cogen las pancartas.

Ya veremos si, al final, no tendremos que sacar una, con el lema
“Todos somos vecinos, Romero vete ya”