Se acabó el 24-S y ¿ahora qué, Sr. Alcalde?

...se lució genufléxo, reverente y cobarde ante sus ilustres invitados...

De Bernardo ya tiene su foto vestido de época, ya ha sentido la palmadita del monarca en la espalda, ya tiene su desfile y sus recreaciones, ya escuchó los discursos, ya hizo balance, al menos el primero de los balances y ya descubrió sus plaquitas para el recuerdo y ¿ahora qué?.

Aún resuenan los ecos de los discursos, todos hablaron de libertades, del comienzo de la democracia parlamentaria, de los valores constitucionales y del papel del monarca en esta España libre inspiradora para la Europa moderna, pero todos lo hicieron bajo la atenta mirada que desde su pedestal el asesino golpista, el bilaureado, el hijo predilecto, la mano ejecutora de Franco el genocida Varela y discursearon y desfilaron y celebraron sin inmutarse, sin sonrojarse, sin avergonzarse de tamaña contradicción: celebraban la libertad presididos por un homenajeado asesino que la pisoteó.

Pero hoy volvemos al mundo real, a la caca de perro adornando aceras, a la suciedad, a los muebles amontonados en las esquinas, a la destrucción del parque los patos, a las aguas fecales y las ratas en Olmo, al tercermundismo en Castillo de Olite, a las demandas del Pino y a la campaña electoral de los Fernandos, los Teófilos y la PAndilla, hoy volvemos al inesperado pero previsible interés del alcalde por unos Presupuestos para no quedarse sin recursos ni posibles créditos para folletos y paguitas regaladas, ni para esas obritas de última hora y pinturita para los pasos de peatones a las que nos tiene acostumbrados cuando se acercan las elecciones, volvemos a diez años de PGOU pero sin PGOU, seguimos sin Peprich y sin saber nada de nuestros ocho millones de euros estafados.


Un Otoño calentito, con colectivos y pancartas en los plenos y una anunciada manifestación en noviembre pidiendo, otra vez, responsabilidades políticas al sátrapa y la dimisión del equipo de gobierno, son las previsiones en la agenda ciudadana, mientras De Bernardo continuará en su mundo de cristal, creyéndose sus propias mentiras, luciendo su “güeña gestión” su “segunda transformación” y las imágenes televisadas de un Bicentenario en el que se lució genufléxo, reverente y cobarde ante sus ilustres invitados pero déspota y sacando pecho ante los isleños.

Pues eso, y ¿ahora qué, señor alcalde?, cual será su próximo discurso, cuantas mentiras y excusas nos dedicará, en qué otro fasto, procesión o desfile se escudará, cuantas veces venderá las obras del proteja, de donde seguirá sacando el dinerito para buzonearnos, a quien mas acusara de acosarle para derribarle, cuantas transformaciones mas de La Isla se sacará de la manga, de qué andalucismo alardeará, porque los isleños y las isleñas le vamos a seguir preguntando por nuestro dinero robado, le vamos a seguir exigiendo responsabilidades políticas hasta el mismo día en que desaparezca del ayuntamiento y después también, salvo que esta lentísima justicia algún día resuelva, hasta que algún día el Tribunal de Cuentas le demande; Entonces seremos nosotros los que haremos las fotos y las enmarcaremos, para que jamás se nos olvide quien fue el único alcalde no electo que llevó a nuestra ciudad a la mas absoluta de las ruinas, al alcalde del bicentenario de paja y humo.