
Que la religión pertenece al ámbito de lo personal es algo en lo que creemos y convenimos algunos/as pero a pesar de lo establecido en la Constitución (Art. 16-3), recientemente reformada por orden de los mercados, algunos políticos que la celebran con discursos e izados de banderas, se la pasan por el forro con la excusa de “la tradición” y desde lo publico y como partido, practican descaradamente sus ritos y sus liturgias.
Nunca me ha sorprendido ver a gavioteros y socios verdiblancos en actos religiosos luciendo medalla capitular o rociera o ambas a la vez, nunca, por habitual, me llamó la atención oírles la expresión “sidiosquiere” ni verles fotografiados con sotanillas y cofrades firmando “acuerdos de colaboración”, pero nunca me imaginaría un partido anda-lucista montando el belén en su sede y llamando al cura para bendecirlo… ¡Que barbaridad! ¿Hasta donde serán capaces de llegar mientras enarbolan a Blas Infante, republicano, como su inspirador?
Por supuesto qué, cada persona es libre para creer en lo que quiera, y todo aquel que necesite un dios para vivir y justificar lo que no puede entender, está en su derecho a invocarlo, pero nadie y mucho menos un representante político elegido constitucionalmente, puede imponer a toda la comunidad ciudadana sus creencias y sus ritos, en ese caso se estarían situando en la misma inconstitucionalidad que los que ellos denuncian cuando piensan, actúan o legislan contrariamente a sus credos religiosos o políticos-fácticos.
Es la practica burlona e hipócrita a la que nos tienen acostumbrados y a la que, cada día más, nos van a someter impunemente.

Y para muestra, otro botón más: Cruz Roja (institución humanitaria de carácter voluntario y de interés público, que desarrolla su actividad bajo la protección y la subvención del Estado Español, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y cientos de entidades privadas, voluntarios y colaboradores, cuyos Principios Fundamentales son el Código de Conducta e Ideario del Movimiento Internacional de la Cruz Roja que constituyen las señas de identidad de la Institución en todos los ámbitos y niveles de actuación, "Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad…) y el comité de empresa han llegado a un acuerdo para retirar el ERE, a costa de la eliminación del 25 por ciento del complemento ad personam y la ampliación a 40 horas semanales del trabajo de la plantilla, que hasta ahora estaba en 38,5 horas. ¿Acuerdo o estoesloquehaysinotevasatucasa?
Pues eso, que ellos montan el belén y “serán capaces de hacer más y mejor gastando menos dinero” por nuestro bien y consensuando con nos y nos a lo nuestro, la zambombá y a misa de doce.
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