¡Qué vergüenza! ¡Qué poca humanidad! ¡qué falta de sentimientos!

Rosa Lahoz en: www.larepublica.es

Es lamentable ver como una persona se está muriendo por una causa tan justa y darnos cuenta de que tanto los "Derechos Humanos", con los que tantos y tantas se llenan la boca y los bolsillos, no valen para nada. Darnos cuenta también que el "Derecho Internacional" no es más que otro invento para callar bocas y que algunos y algunas sigan llenándose los bolsillos.

Es triste también ver como al país fascista y retrogrado de Marruecos la vida de cientos de personas le importa tan poco, pero es más triste aún ver que al gobierno títere y cobarde de nuestro país, que dice ser socialista, le importan lo mismo y esté haciendo lo mismo, nada.

Un pueblo abandonado, que sufre cada día, no sólo la aberración de todos los Derechos Fundamentales, sino también el olvido y la ignorancia de nuestro gobierno y de los del resto del mundo. Un pueblo, el pueblo saharaui, que hoy está siendo representado por una persona, con una dignidad y una firmeza, que ya quisieran tener el criminal del Rey de Marruecos, y nuestros y nuestras representantes.

Me gustaría poder preguntarle al "señor" presidente y a todo su "equipo" si conocen el significado de la palabra "socialismo" si alguna o alguno de ellos sabe lo que son los Derechos Humanos, más allá de lo intereses económicos. Si alguno de ellos o ellas han leído los Tratados Internacionales y saben para qué sirven. Si les queda algo de humanidad en sus corruptos corazones.

Señor Moratinos y Señor Rodríguez Zapatero: ¿son ustedes capaces de conciliar el sueño?, ¿a qué tienen tanto miedo?, ¿a perder los chalets de lujo que muchos de vosotros y vosotras tenéis en Marruecos bajo un régimen tan despreciable?, ¿tan poca dignidad tienen que son capaces de ver como una persona se está muriendo y no hacer nada?

¡Qué pena darse cuenta de que la Carta de lo Derechos Humanos está tan manchada de intereses económicos y de sangre! ¡Qué asco formar parte de un país donde gobierna una panda de vendidos, y de cobardes!

Y mientras tanto Aminatu se muere...