Un diez para la dignidad y la razón

Aún sin haberse celebrado, la manifestación convocada por la Plataforma para exigir responsabilidades políticas en el asuntito del desfalco, ya ha sido un completo éxito.
Los convocantes están convencidos de ello después del respaldo de la casi totalidad de entidades y colectivos isleños; Pero es que incluso aquellos a los que se les exigen dimisiones, han llegado a la misma conclusión y tienen la seguridad de que La Isla saldrá a la calle como nunca.
Tanto el alcalde con sus pánfilos, como la simplonata de la primera teniente de alcaldía, la señora Pedemonte, están tan seguros de que así será, que ya no les quedan recursos que poner en practica para impedirla o entorpecerla; han sacado todo el repertorio que sus torpes cabecitas son capaces de parir; desde el típico mensaje recomendatorio, hasta los servicios municipales de la limpieza elimina-carteles; desde el discurso puritano de las manos limpias y conciencia lavada con perlan, hasta el recurso hipócrita del bicentenario discurso de los valores democráticos…

En fin que después de desempolvar todas las sedas que tenía la mona, monas seguirán siendo.

Pero lo más inaudito, el no va mas, no han sido los recursos empleados por las huestes bernardinas, acaudilladas por el comedor de espinacas y don Cruz del Campo, ni siquiera la mejor de las poses de un alcalde al que, cada vez mas, se le traba la lengua de puro nerviosismo cuando pronuncia sus hueco-discursos; lo más patético y a la vez lo mas cachondo, ha sido ese anuncio en las modernas redes sociales que ahora utilizan los políticos peperianos, en el que se nos comunica que “aunque condenan el desfalco, no asistirán a la manifestación”.
Estos simples, nos anuncian la buena nueva de que no irán a la manifestación en donde se exigirá la dimisión de su lideresa, mamen Pedemonte, ¡Pues claro! Bobalicones, como vais a ir, faltaría más, pero, ¿necesitáis anunciarlo? O realmente teméis que vuestros propios militantes y simpatizantes, aquellos a los que les queda algo de sentido común, se apunten a la marcha.
Pues eso, que ya sin haberse producido y sin que importe el numero de participantes, ya ha sido todo un éxito. Un diez para la dignidad y la razón del pueblo cañaílla y un cero patatero para el Pacto Infame.