Muchas cosas raras

La semana pasada, no ha pasado inadvertida la batería de artículos que sobre el desfalco ha estado publicando tanto en el medio para el que trabaja, como en su blog personal, el Sr. Cherbuy.

Esta servidora desconoce si el joven periodista ha pasado varias horas releyendo el informe completo de la Cámara de Cuentas o si sus notas son fruto de la entrevista o entrevistas que ha realizado en la cárcel al único imputado, por ahora, Sr. Clemente, pero lo cierto es que en su último post en Diario de una Isla, concluye con “la sensación de que puede haber algo más y la certeza de que existe un error administrativo gravísimo que por lo visto, nadie piensa pagar. Muchas cosas raras y nada claro”.

En cualquiera de los casos y fruto de la investigación realizada por distintas instancias queda patente el enorme descontrol, simulado según Clemente, o crónico según las actuaciones practicadas, que ha habido durante años en la delegación de la hacienda municipal y cuando menos, somos ya muchos y muchas los que estamos convencidos de que han existido “Muchas cosas raras, que no están nada claras y que son inexplicables”.

No deja de sorprender, la resucitada tesis del “error administrativo gravísimo” o lo que es lo mismo que decir que por un fallo informático o humano, el robo de los 7,8 millones nunca existió y que el pequeño “descuadre” es el fruto de un “pequeño despiste” de los responsables de nuestra contabilidad a la hora de apuntar los números.

Tendría mucha guasa, por llamarle de alguna manera, que por un despiste contable, la sociedad isleña haya estado convulsionada por lo que podría ser el mayor robo cometido en España a una caja municipal y tendría mucha guasa que por un despiste contable se le haya arruinado la vida a varias personas y que una de ellas esté pasando muchos meses en la cárcel y en el caso de que así hubiese sucedido, también habría que pedir responsabilidades políticas y judiciales a los que de forma precipitada denunciaron a los cajeros.

Caso contrario, volveríamos a la hipótesis del robo real, es decir, que efectivamente alguien, solo o acompañado, se ha llevado calentito un montón de dinero publico en las mismas narices del alcalde, de la delegada de hacienda, del interventor y la tesorera y de todos los funcionarios del área por lo que estaríamos en las tesis de la Plataforma de exigir responsabilidades políticas y administrativas.

Una cosa es evidente, los isleños y las isleñas tenemos derecho a saber la verdad y toda la verdad, que la investigación está durando mas de lo que todos y todas deseamos y que antes de las elecciones deberíamos tener claro cuales y quienes son los responsables, pues como decíamos, en cualquier caso, el alcalde está afectado y alcanzado de responsabilidad y ese alcalde vuelve a presentarse a la convocatoria electoral con el propósito de regir nuestros destinos durante otros cuatro años y otros que le han apoyado y mantenido en su cargo, también aspiran a pasear el bastón de alcalde en procesiones y cabalgatas.

Pues eso, que qué puñetas está pasando, que por qué los investigadores no sueltan prenda.