A mediados del siglo XIII comenzó a surgir un poblado en torno al Castillo de San Romualdo, que entonces era conocido como Logar o Lugar de la Ponte, después como castillo de Zuazo y en época árabe como alquería de Rayhana. Alrededor de este ribat y en torno al Real Carenero, atarazana situada junto al Puente Zuazo, se formó la actual ciudad de San Fernando, La Isla

27 de febrero de 2011

¡Credibilidad, señores!, que del sátrapa ya no nos creemos nada.


Se supone que un programa electoral consiste en una serie de propuestas y proyectos que un partido político ofrece a los ciudadanos para ejecutar durante los cuatro años que durará su mandato, si obtiene la confianza de los electores, un compromiso y un contrato para 1.460 días renovables, factible y sobre todo, creíble.

Teniendo en cuenta que, el partido y las personas de ese partido que resulten ganadores de la confianza ciudadana serán los que durante esas doscientas ocho semanas, tendrán en sus manos y su voluntad, los destinos de nuestra ciudad y por lo tanto, la gestión de los intereses de los casi 100.000 habitantes de La Isla, cuando menos tendríamos que prestar atención a las ofertas, a los discursos, a las promesas, a los panfletos y especialmente a la credibilidad y la honradez de quien promete y si lo que promete es o no realizable y acorde a nuestros intereses. Es mucho lo que nos jugamos a la hora de meter la papeleta en las urnas.

Cualquiera de nosotros podemos soñar con pagarnos unas vacaciones, comprarnos un coche o un pisito, pero si apenas ganamos ochocientos euros al mes, que casi ni nos llega para comer, es evidente que ninguno de esos sueños son realizables.

Y todo esto viene a cuento por los discursos, las promesas y programitas que a diario nos andan vendiendo los alcaldables, que con solo un mínimo de atención, me resultan algo parecido a esas bolas de algodón dulce, color rosa, liaditas a un palito de madera, que nos ofrecen algunos vendedores de feria, atractivas, voluminosas, dulces… pero llenas de aire y que se quedan en nada en la boca.

Me parece poco serio y poco creíble ofrecer lo que no se tiene o lo que no se puede pagar, me parece de Cuentacuentos y tal como se supone que están las cuentas municipales, querer construir la pirámide de Gizeh o el Coloso de Rodas, sin un duro y en cuatro años, salvo que Tío Gilito, el Loaiza o el que ahora preside los plenos, tengan guardada en un cajón de sus despachos, la lámpara de Aladino.

Estoy completamente convencida de que, aparte de las fanfarronadas del alcalde sobre la buena salud de nuestro erario, en la caja municipal aparte de telarañas solo existen letras por pagar, un agujero que según algunos rondan los 18 millones de euros, millones en intereses que pagar a los bancos y deudas, deudas e hipotecas, salvo que una auditoría completa y rigurosa nos demuestre lo contrario.

Pues a eso me refiero, que no se nos pueden vender tantos proyectos si no están las cuentas claras y si no está claro con que se van a financiar y no se puede ofrecer distintos usos a los terrenos de defensa cuando aún no disponemos de ellos, no se puede vender la piel del oso, antes de cazarlo.

Pues eso, que me temo que nos están dando algodón dulce y lleno de aire, que menos piscinas, menos arbolitos, menos museos cofrades, menos aparcamientos, menos fundaciones con tarjetitas electrónica para tutelar la participación y mas vergüenza y seriedad.


¡Credibilidad, señores!, que del sátrapa ya no nos creemos nada.

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