Pedir peras al olmo

Decía esta servidora de ustedes, que, ahora, lo que toca es ser consecuentes, que tras los resultados, los discursos, las proclamas y los autos de fe, oídos y leídos durante la campaña, tocaba pedir y exigir a los alcaldables un poquito de seriedad y el cumplimiento de sus aseveraciones y promesas, pero como nos temíamos muchos y muchas, las movidas postelectorales para asegurar “la gobernabilidad” y los puestos y los sueldos y las prebendas y… están poniendo en evidencia que en la mayoría de los casos, pedir consecuencia es como pedir peras al olmo.

Creo recordar que todos, excepto el Sr. Loaiza escudado tras la mentira de un supuesto chantaje, firmaron un documento comprometiéndose a no pactar con la PAndilla, todos excepto Loaiza, que a pesar de ir pavoneándose antes del 22 como alcalde, no las tenía todas consigo a tenor de encuestas propias y ajenas, quiso nadar y guardar la ropa de posibles alianzas con sus antiguos compañeros de desgobierno, pero, llegó el día después y…

Se hicieron toda clase de ecuaciones, se vieron todas las posibles variantes y se hicieron toda clase de quinielas y todos se quedaron “reflexionando” a la espera de que alguien moviera ficha, de que alguien dijera algo, de ello y no de los discursos y proclamas, de ello y no de los programas, de ello y no de lo que habían dictado las urnas, de ello y no de ser consecuentes, de ello y no del futuro de La Isla dependería la honradez y el ser consecuentes.

Solo cuando el Sr. Cano ratificó que no pactaría con nadie, todos volvieron la mirada hacia Izquierda Unida, ¿cabría la posibilidad de que Pedro Reyes inclinase la balanza hacia el lado de Fernandito en un pacto a tres con el PA y dejar a Loaiza con dos palmos de narices?, algunos ya daban por hecho que todo estaba consumado, que todo se había cocido en Sevilla o en Cádiz, pero faltaba que IU ratificase o negase a los especuladores y quinielistas.

Y tal como esperábamos los/as que confiamos en la palabra de Reyes, IU fue tajante: “Nuestra formación no pactará sillones, ni investidura ni gobierno con ninguna fuerza política, nuestro programa y nuestra ideología no están en venta”.

Ya solo quedaba una posibilidad, Loaiza gobierna en minoría o Loaiza gobierna con la
PAndilla y es aquí cuando las peras no caen del olmo, sencillamente porque el olmo no da peras y es aquí cuando podemos comprobar el valor de la palabra, las proclamas y los autos de fe; Agotadas las posibilidades, Fernandito, el que tan solo unas horas antes de la asamblea de socios, y Jaimito, el que no tuvo mas remedio que aguantar el chaparrón de sus afiliados, los que aseguraban que si la Pandilla tragaba, el voto de IU estaba hecho, entonces y solo entonces, proclaman “No pactaremos con el PA bajo ningún concepto”, pues menos mal, sino, como justificarían el incumplimiento del compromiso firmado a la Plataforma, como le pondrían al niño.

Pues eso, que del Sr. Loaiza, solo cabe esperar que cuando el y los jefes gavioteros decidan si alcaldía o presidencia provincial, si “gobernabilidad” pactada con los que le piden la luna, la permanencia de los enchufados en sus puestos de confianza y el silencio en las cuentas y las molestias en tener que desdecirse de los motivos que argumentaron para la ruptura del pacto o, gobernar en minoría con la molestia de tener que consensuar, es decir, que tendremos que esperar hasta el sábado para comprobar cuanto pesa su “ser consecuente”. Entonces será el momento de ponerle las peras al cuarto.